Wolfmother – Barcelona 21-05-2022 – Sala Razzmatazz

Curioso caso el de Wolfmother. El señor Andrew Stockdale lleva años sin hacer una de buena, con una carrera errática a más no poder. Discos autoeditados bastante mediocres, nula actividad promocional … y sin embargo, su poder de convocatoria sigue intacto. Otra banda iría perdiendo progresivamente su público y cada vez tocaría para audiencias más reducidas. Wolfmother no.

Si en su anterior visita a la Ciudad Condal llenaba un Apolo, 6 años de inoperancia artistica se han traducido en un casi sold out en todo un Razzmatazz, una sala mucho mayor. Supongo que todo se reduce a que Wolfmother tienen a «Woman» y las otras bandas no. Y que los australianos fueron más grandes de lo que nos pensamos entre los millenials, que cuando los de Stockdale lanzaban su legendario debut eran adolescentes ávidos de ídolos.

Por qué esa es otra, en un concierto de classic rock -y creo Wolfmother encajan plenamente en ese nicho- la media de edad suele ser, al menos, 15 años mayor. Y, para alegría de todos, el casillero de un elevado % de los asistentes empezaba por el 3. Hay público de rock. Ahora falta dar con la tecla para que también se dejen caer en los Steepwater Band y Robert Jon de este mundo.

La juventud del respetable se tradujo en una energía también inusitada, con un pogo non-stop entre las 15 primeras filas desde el minuto cero, al que un servidor y sus acompañantes -visto que su violencia era moderada- nos terminamos uniendo en el último tercio del show. Hasta ese momento, visto desde media pista, el concierto nos estaba gustando. A partir de entonces, todo mejoró muchísimo.

Es aquello de ver los toros desde la barrera o saltar al ruedo, ya me entiendes.

A Stockdale, por contra, se le ve justito de fuerzas. Vocalmente chapeau y su guitarra, aunque no no gozó de la mejor ecualización, atrono como es debido. Pero su estado de forma no es óptimo. Delgado, estático -le observamos cierta cojera-, físicamente ha pasado por tiempos mejores.

Sus comparsas, batería y bajista-teclista, bien al servicio de su jefe. Mañana puede reemplazarlos y nadie se enteraría, pero son buenos profesionales que cumplen con creces. Presencia escénica resultona y, como diría nuestro OscarFS, con un «outfit» a la altura de las circunstancias.

En cuanto al set-list, te lo puedes imaginar: «Wolfmother» (su debut) a punta pala. «Colossal», «White Unicorn», «Mind’s Eye», «Joker & The Thief», por supuesto «Woman» (se la sacaron de encima bien pronto) … hasta 9 temas de ese disco, toda la buena mandanga que habíamos venido a escuchar. Me gustaría que se diera más cancha a «Cosmic Egg», su -para mi gusto- obra cumbre, pero nos tuvimos que conformar con «California Queen» y «New Moon Rising».

Experimentar en directo barbaridades como «Sundial», «10.000 Feet» o «Violence of the Sun» hubiese sido grande, pero Stockdale sabe que esas canciones no venden tickets. De su discografía posterior, nada, apenas «Victorious» y unos tres de cortes de sus ignotos últimos lanzamientos.

Por último, un recuerdo a Wicked Dog, el trío de Terrassa encargado de calentar el ambiente. Los tipos le pusieron ganas con su blues-rock cañero, pero yo tenía la cabeza en otra parte. Su actuación coincidió con los minutos finales del Efes-Real Madrid y costaba separar la vista del móvil!

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