Aerosmith: Crónica de un divorcio

Mi relación con Aerosmith pasa horas bajas. Pero no es algo de ahora. Vaya por delante que los de Boston son, de toda la vida, la banda nº2 en mi ranking personal. El nº1 será eternamente para Guns N’ Roses, mientras que el nº3 se lo disputan entre Rolling Stones y Led Zeppelin. Ya que preguntáis, el top 5 lo completan AC/DC. Ya veis, un tío con gustos modernos.

Volviendo a Aerosmith, creo que mi primer contacto con ellos fue a través de algún programa de clips de TVE, a finales de los 80’s. Sería el vídeo de «Angel» o «Love in a Elevator», no recuerdo. Lo que sí recuerdo perfectamente es, poco tiempo tiempo después, el shock provocado por el clip de «Sweet Emotion»: por la canción en sí, por la temática sexual del video y por la voltereta de Steven Tyler sobre la mesa de billar. Aquella era la banda más cool de la Tierra! Sin embargo, la cosa se queda ahí. Con 11 años comprar música no entraba en mis esquemas.

Voltereta en el minuto 1:23

Fast-forward a 1993. Tras dos años completamente sumergido en el planeta Guns N’ Roses, no escuchaba otra cosa, Aerosmith lanzan «Get a Grip». Como a millones de adolescentes, el clip de «Living on the Edge» me vuela la cabeza y mi dieta musical se amplía a una segunda banda.

En pocos años completé su discografía anterior y viví como un acontecimiento la edición de discos como «Big Ones», «Nine Lives» o «A Little South of Sanity». Con unos Guns N’ Roses dimitidos, era reconfortante tener a Aerosmith en tan buena forma y con tales cotas de popularidad. Ya sabéis, para un adolescente era importante que tus bandas favoritas fueran de las más populares del mundo. Te reafirmaba como un tío de buen gusto.

A finales de década, Aerosmith lograban su primer número en USA … con la peor canción de su catálogo hasta el momento. «I Don’t Want to Miss a Thing» daba -y sigue dando- mucha grima, pero un tropezón lo tiene cualquiera y nadie se imaginaba que ese sería el patrón a seguir en años venideros.

No importa, a principios de 1999 se anuncia que ese verano Aerosmith actuarán en Barcelona acompañados de, nada más y nada menos, The Black Crowes, quienes acababan de resurgir con el maravilloso «By Your Side». Por cuestiones de edad no había acudido a sus anteriores shows en la Ciudad Condal -seguro que nuestros colaboradores Txema y OscarFS nos podrían contar unas cuantas cosas sobre esos conciertos-, así que la importancia de esa fecha, 15 de julio de 1999, era suprema.

By Your Side

The Black Crowes dieron un señor concierto -de hecho parte de la parroquia rockera considera que ganaron la partida a Aerosmith-, aunque quizás sonaron demasiado ásperos y crudos para lo que estaban acostumbrados mis oídos. Pero lo de Aerosmith fue de ensueño, aún me retornan las buenas vibraciones. Han pasado más de 20 años y apenas tengo recuerdos concretos -los «uo» del público en «Love in a Elevator», las serpientes hinchables en «Taste of India», la versión de James Brown o la estampa de un Joe Perry colosal, hercúleo, a pecho descubierto, cargando con una Les Paul a la espalda mientras interpretaba «Heartbreaker» de Led Zep con otra-, pero tengo claro que ese fue uno de los conciertos de mi vida.

En 2001 lanzaban «Just Push Play» y todos estaremos de acuerdo en que supuso el punto más bajo en su carrera discográfica. Aparquemos los eufemismos, «Just Push Play» es una mierda y supuso un duro golpe al ego de sus fans. La propia banda es consciente del fiasco y tardará 11 años en volver a grabar un LP.

Durante esa década, a nivel personal, el protagonismo de Aerosmith cae considerablemente. Sigo escuchando «Toys in the Attic» y «Pump» a todas horas, pero es duro soportar el escarnio que supone el esporádico lanzamiento de singles tan malos como «Girls of Summer».

The Toxic Twins

En 2010 se anuncia la vuelta de los Toxic Twins a la ciudad. Bien! Era el momento de recuperar la fe en Tyler & co, de revivir el fuego, de renovar los votos. Bien, pues la decepción fue tan grande que el trauma todavía me dura. Por razones sentimentales, que no objetivas, probablemente sea el peor concierto de mi vida. Me partió el corazón ver a una banda tan senil y acabada. Especialmente duro fue lo de Joe Perry. ¿Quién era ese señor mayor de aspecto tan frágil? ¿Dónde estaba el titán que yo conocí? Posteriormente he leído que durante esa etapa Aerosmith volvieron a flirtear con las drogas, lo que podría explicar su mal estado de forma. Puede ser.

En cualquier caso, como dije, el trauma sigue ahí. Es psicológico, lo sé. Lo mismo Aerosmith están dando los mejores conciertos de su carrera, pero yo no puedo volver a afrontar un show suyo. Por este motivo renuncié a acompañar a un grupo de amigos a un recital en Lisboa hace 3-4 años (Sonia, visionaria, anticipaste lo que acabaría pasando con Joey Kramer), me negué a acudir a su actuación en el Rockfest barcelonés y he suspirado aliviado cuando mi hermano optó por no regalarme las entradas para el Aerosmith+Rival Sons de este próximo verano por mi 41 cumpleaños.

En fin, terminemos el post sin rencores. Les deseo lo mejor. Long live Aerosmith. Viva la madre que parió a Steven Tyler, Joe Perry, Brad Whitford, Tom Hamilton y Joey Kramer.

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