Rival Sons “Darkfighter (2023)”

El único “pecado” que ha cometido Rival Sons con su último disco, ha sido ofrecernos como adelantos la mitad del mismo. “Nobody wants To Die”, “Rapture”, “Bird in the Hand” y “Guillotine” llegaron demasiado pronto, todas excelentes composiciones (y de las que ya se ha escrito en estas líneas), y que, por supuesto encajan a la perfección con el resto del conjunto, en el que nos vamos a centrar en estas líneas.

“Mirrors” arranca con los parámetros habituales de la banda, donde se mueve como quiere, sin necesidad de explotar rápidamente, con un puente acústico y cambio Zeppeliano previo al crujido del estribillo y que se postula con una buena manera de arrancar sus shows. “Bright Light” se acerca sin miramientos al lado más pop, en el que la banda se siente realmente cómoda y no cuesta imaginarse a la banda tocándola en el estudio, para esto ayuda repasar las fotos dela carpeta interior del LP.

“Horses Breath” se desmarca en su forma del resto del álbum, y podría ser un hit en potencia, si la banda sabe mover el tema. Jay canta alejándose del grito, y moldea su voz junto a una guitarra y sesión rítmica que marcan la tensión en todo momento y aplicando un aire chamánico. “Darkside” se despide de forma profunda, y abrazando la oscuridad que se presupone que se romperá con su futuro lanzamiento.

Otra cosa que podríamos achacarles a los californianos, sería la escasez de temas propuestos, solo ocho saben a muy poco, pero les daremos la oportunidad de completar el paquete, ya que su hermano desde el lado luminoso “Lightbringer (2023)”, llegará con el año avanzado.        

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