Hace unos días no terminé de dar en la tecla para transmitirte que es lo que, en mi opinión, le falla a «Pam & Tommy«. Releyendo el texto, considero que no encontré las palabras adecuadas.
Bien, hace unos días tuve el placer de ver el primer capítulo de la segunda temporada de «Euphoria«. Y ya lo tengo, así es cómo me gustaría que hubiese lucido «Pam & Tommy«. Ya sabes, 10 minutos de imágenes rompedoras valen más que 1.000 palabras.
Dos consejos: 1) Dale al play lo antes posible. He creado una cuenta de prueba en Vimeo -en Youtube me capan el video por el dichoso copyright … señores de HBO, que esto es promoción gratis de su serie!- y la cancelaré antes de que me cobren la primera mensualidad 2) Antes de darle al play, vigila que no haya nadie a tu alrededor; de lo contrario tu reputación quedará arruinada.
Por supuesto, este no es constantemente el perfil «Euphoria«. Combina este tipo de fogonazos durante los que se convierte en la mejor serie del mundo, cuando se pone en plan trascendental con esas larguísimas escenas «arty» -generalmente las relacionadas con la relación entre Jules y Rue– que desesperan y ponen a prueba tu paciencia.
Pero vamos, que vistos 4 episodios de esta segunda temporada, el balance es plenamente satisfactorio.
