Dicen en los mentideros rockeros que, instantes antes de su concierto barcelonés, Rusty Brown, líder de Electric Mary, andaba buscando una lavandería. La escena me encaja. ¡Pocas cosas deben oler peor que la furgoneta de esa banda horas después de un concierto!
Esta vez la legendaria parca de marinero del Báltico -inolvidable su presencia, gira tras gira, en las sesiones de sauna de Rocksound- se quedó en la bolsa de la ropa sucia.
Fue reemplazada por una chupa tejana 3 tallas pequeña, pero aunque Rusty luciera más «fresquito» de lo habitual, el capitán Haddock austral no escatimó en sudor, actitud y drama con esa voz que, en serio peligro de extinción, se las apaña para surgir de sus entrañas.
A Electric Mary se les quiere por estas latitudes. La sala Helldorado de Vitoria es su segundo hogar: allí registraron su LP en directo y, como en la presente gira, suelen doblar fecha allí. Pero en Barcelona también juegan en casa. En sus creo que cinco visitas anteriores, todas en la «sala más grande» de la ciudad, amasaron una pequeña legión de fans que respondió sobradamente a la nueva cita dominical.
Así, con una Razzmatazz 3 que presentaba un fantástico aspecto, con un público tan senior como era de esperar pero con muchas ganas de pasarlo bien, Electric Mary dieron una nueva exhibición de su personal hard rock pasional y musculoso. Tan bien como de costumbre, vaya.

El nucleo duro sigue ahí. Rusty -menos Quasimodo de lo habitual con su tinte rubio- al micrófono, el desaforado Alex Raunjak al bajo y el sobrio a la par que demoledor Pete Robinson a las seis cuerdas. Para la ocasión, contaron con otro guitarrista que me suena de giras anteriores y reemplazaron al habitual batería de aspecto samoano por otro tipo la mar de efectivo. El conjunto, también como de costumbre, una apisonadora.
El set-list, tratándose de un tour 20 aniversario, a poco que seas fan de la banda, te lo puedes imaginar. Desde la inefable «Let Me Out» inicial hasta el grandísimo finale con «O.I.C», tuvieron cabida una quincena de sus «greatest hits».
Las clásicas «Gasoline and Guns», «Luv Me», «One in a Million», «Woman» y compañía sonando mejor que nunca. Mención aparte merece «MBF (I Fell Out With My Best Friend)», probablemente la canción menos Electric Mary de Electric Mary, pero también la más celebrada.
Ahi estuve en primera fila y con un buen pitido de oidos durante dos días, una actuación como es de esperar de esta banda, quizas la voz estaba un pelin baja pero en primera fila igual las pantallas no llegaban bien. La entrega de esta banda es brutal, como bien dices este guitarrista zurdo es el que ha ido acompañandoles en las ultimas giras. Un autentico placer que bandas de este nivel se molesten en venir a visitarnos, estoy seguro que económicamente deben hacer un gran esfuerzo, a mi no le salen demasiado los numeros.. ya les espero para la próxima gira
Pepinpardo, yo también sufrí de pitido un par de días. Y eso que estaba en cuarta-quinta fila. Sobre la voz, sencillamente creo que la garganta de Rusty no da para más. Ese hombre lo da todo, es una leyenda, pero nunca tuvo lo que se dice un chorro de voz.
Y sí, es genial que bandas de este calibre vengan a visitarnos. Si te parece que a Electric Mary no les salen los números, al cabo de un par de días en Warner E. Hodges había un tercio de público. Yo creo que se lo toman como un hobby, como unas vacaciones por Europa. Y con no perder (demasiada) pasta ya se conforman.