Con la venida de su hija, Shannon Hoon parecía vencer sus demonios personales. Durante el embarazo de Lisa Crouse, su novia, el cantante ingresó en una clínica de rehabilitación. Con el bebé su vida adquiría un nuevo sentido y las drogas duras no tenían cabida.
Nico Blue Hoon nacía el 11 de julio de 1995. Shanoon Hoon moría víctima de una sobredosis de cocaína el 21 de octubre de ese año, menos de 3 meses después de nacer su hija. Blind Melon debían presentar «Soup» y las tentaciones de la carretera, por muy buenos propósitos que se hubiera marcado, acabaron con la vida del recién estrenado padre.
El 12 de noviembre de 1996 Blind Melon lanzaban su disco de despedida -temporal-, una colección de temas inéditos, versiones alternativas de temas conocidos y demás rarezas. En homenaje a su desaparecido cantante, el álbum se llamó «Nico», como su hija. Si te gusta esa banda y no tienes controlado ese LP, ponle remedio. No en vano, muchos fans coincidimos en que contiene su mejor canción, la espeluznante «Soul One».
A partir de ese momento, Nico Blue desapareció de nuestro radar. Imagino que su madre se implicaría en darle una infancia feliz en su Lafayette, Indiana, alejada de los focos.
Sin embargo, el 16 de octubre de 2007 saltaba la sorpresa en el club Double Door de Chicago. Esa noche, durante la actuación de unos reformados Blind Melon con Travis Warren -reemplazo de Shannon- al frente, una invitada muy especial subía al escenario. Nico Blue Hoon, con 12 años, salía del anonimato para coger el micro y calzar las botas de su padre en un himno inmortal como es «Change».
El momentazo quedó registrado en un vídeo que se ve y se oye como el culo. Y la niña hace lo que puede. Lo que no es impedimento para golpee duramente las entrañas de todos aquellos que amamos la música del desaparecido paisano de Axl Rose. Recuerdo como si fuera ayer la virulenta piel de gallina que sufrí al ver este documento por primera vez.
A partir de ese instante, hemos visto a Nico hacerse mujer a través de sus puntuales aparaciones en directo con la banda. En los sucesivos años, siempre que una gira ha acercado a Blind Melon por Indiana, ahí ha estado la chica para interpretar «Change». Sí, siempre la misma canción. En Youtube tienes varios cortes de 2013, 2015 y 2016.
A efectos prácticos, Nico no conoció a su progenitor. Y sin embargo, la devoción que le profesa es enorme.
No solo le recuerda permanentemente en sus RRSS (Facebook, Instagram, Twitter), si no que, por ejemplo, su implicación en la promoción de «All I Can Say» -el documental autobiográfico que resume los cientos de horas que dejó filmadas Shannon Hoon con su cámara doméstica; te dejo un link por si te hace ilusión comprar el DVD– fue total. Se la pudo ver en festivales, galas de presentación y fiestas privadas de la banda donde, por una vez, cambió «Change» por «Walk»:
Otro ejemplo del amor por su ausente padre es el tatuaje que se ha colocado en el antebrazo. El mismo que lucía Shannon.
Y a nivel musical, más allá de las puntuales apariciones junto a Blind Melon, ¿Nico ha intentado seguir el sendero familiar? Bien, ha hecho sus pinitos, pero no apunta a que quiera ganarse el pan en el show business. De hecho, he sido incapaz de averiguar a que se dedica profesionalmente a sus 25 años.
A finales de 2013 unía fuerzas con Brad Smith -bajista de Blind Melon- en «The Wolf», single de Abandon Jalopy (banda paralela a Blind Melon de Smith que cuenta con un par de álbumes).
Por otra parte, con un coleguita ha formado un combo llamado Garden Street. Tirando de eufemismos, por respeto a Nico, diré que tiende a un tipo de música que no es del gusto ni de nuestros lectores ni de los fans de Blind Melon.
Qué bueno ver ver a la hija de Shannon Hoon, hoy por primera vez vi en la tele el documental All I Can Say, y dolió.
«All I Can Say» genera mucha impotencia, ¿verdad? Una pena muy grande lo de Shannon. Y muy entrañable Nico. De alguna manera, esa niña se convirtió en la hija adoptiva de todos los fans de su padre.