El maestro de los controles Martin Birch, en buena parte responsable del sonido imperante en el hard & heavy de finales de los 70’s y primera mitad de los 80’s, nos dejaba a finales de la semana pasada.
Es el momento de celebrar su aportación a nuestra música. Tus discos de Rainbow, Sabbath, Purple, Whitesnake, Michael Schenker y Maiden han de sonar más fuertes que nunca.
Desde SPD aportamos nuestro granito de arena a todos los homenajes que se están dedicando a este señor con la recomendación de 5 de sus temas que no suelen ser pasto de las Rock FM de este mundo.
Silverhead – «Rolling with my Baby» by OscarFS
Michael des Barres le dio el apellido a la famosa groupie Pamela y fue el villano Murdoc en la serie McGyver. Pues bien, también formó parte o mejor dicho lideró a principios de los setenta la banda Silverhead.
Esta banda editó en 1972 su disco homónimo, donde bajo una imagen cercana a The Alice Cooper Group, descargaban un sonido cercano a los Stones en clave más dura y coqueteando con pasajes a lo Deep Purple e incluso acercamientos al Southern.
Por supuesto se cumplió aquello de demasiado afeminados para los rockeros y demasiado machos en su sonido para los Glam rockers. Pues bien, el encargado de dar forma a ese sonido fue Martin Birch, que por la época andaba trabajando con Purple o Fleetwood Mac. El debut de Silverhead es una auténtica obra de culto en la actualidad.
Wayne County & The Electric Chairs – «Are You Man Enough To Be A Woman» by Sammy
Martin Birch también estuvo tras los controles en la grabación de uno de los himnos definitivos del movimiento LGTBI.
Wayne/Jane County, primera cantante transgenero del rock, se curtió en sus primeros años de carrera como parte de la camarilla de Andy Warhol, siendo una habitual de las tablas del CBGB y el Max’s Kansas City. En 1977 decide cambiar de aires y se instala en Londres, donde formará The Electric Chairs. Es en esa fase cuando County dará forma a su grito de guerra: «Are You Man Enough To Be A Woman»?
Por cierto, ese elegantísimo desarrollo guitarrero inicial bien merecería un lugar en nuestro especial de «opening solos«.
Blue Öyster Cult – «Burnin’ for You» by Sammy
Con la llegada de los 80’s, parecía que el momento de Blue Oÿster Cult había pasado. Ya habían transcurrido 4 años desde el éxito de «(Don’t Fear) The Reaper» ya trayectoria comercial de la banda estaba en declive.
Sin embargo, Martin Birch fue capaz de revitalizar al dinosaurio con dos discos que reavivaron el interés del público por BÖC. «Cultösaurus Erectus» (1980) y «Fire Of Unknown Origin» (1981) fueron los responsables de que Blue Öyster Cult volvieran a estar en boga durante una corta temporada.
Incluida en este último LP, la impecable «Burnin’ For You», con su pulidito sonido soft-rock, se convirtió en el último single de éxito de una formación que, tras la edición del esplendoroso directo «Extraterrestrial Live» (1982), ya pasó definitivamente a engrosas las filas del circuito de oldies.
Whitesnake – «Trouble» by Sammy
TODA la discografía de la etapa «británica» de Whitesnake lleva la firma de Martin Birch. Sólo por eso, aunque nunca hubiese llegado a conocer a un tal Steve Harris, ya tendría su puesto asegurado en el Olimpo de los productores.
Esos 6 LP’s de estudio tienen tanta magia acumulada que escoger un tema favorito de esa primera etapa de la Serpiente Blanca es una tarea muy puñetera. Sin embargo, puestos a seleccionar un corte representativo, nos quedamos con «Trouble», el feeling hecho canción. Y en su versión en directo tal como puede encontrarse en el legendario directo «Live…in the Heart of the City», por supuesto.
Iron Maiden – «Wrathchild» by Sammy
Martin Birch = Iron Maiden, así que cualquier recordatorio a la figura de este hombre no tendría sentido si no se hiciera referencia a la Doncella. Birch produjo todos sus discos desde «Killers» hasta «Fear of the Dark», ahí queda eso.
De la misma manera, Bruce Dickinson = Iron Maiden. No hay discusión, Dickinson es su cantante definitivo. Pero antes el puesto fue de Paul Di Anno. Y si he de escoger, antes me quedo con sus dos álbumes («Iron Maiden» y «Killers») que con los de Bruce. Lo que vino a partir de «The Number of the Beast» fue grande, pero algo se quedó en el camino. La agresividad hard-punk que tanto me pone de temas como «Wrathchild» ya no se repetiría.