Si acudes regularmente a esta página es que amas la música.
Ya, a todo el mundo le gusta la música. Pero entiendo que a tí, como a mí, te gusta un poco más que a tu jefe o tu prima. Que al ciudadano medio.
Por este motivo, con la actual crisis pandémica que provoca que el músico proletario no puede ganarse la vida -no hablo de Mick Jagger ni Elton John, si no de la banda que necesita hacer 100 fechas al año para llevar el pan a casa-, creo que es el momento de rascarse el bolsillo.
Y si eres un agarrado o estás pasando apuros económicos, al menos invierte tu tiempo en ayudar a tus músicos favoritos.
Aquí tienes 9 maneras de echar una mano. No he puesto demasiadas neuronas en el texto. No es más que una traducción/adaptación de este artículo salpimentada con un poco de opinión personal. Pero qué coño, ellos deben cobran por escribir y yo no.
1. Sigue comprando entradas de conciertos
Para las bandas pequeñas es la forma de ganar dinero. Comprar entradas de manera anticipada permite que la rueda siga girando.
Si todos nos esperamos a comprar la entrada en taquilla, unas venta anticipada pobre puede llevar a la cancelación show. Y todos salimos perdiendo.
Además si, por lo que sea, el concierto se termina cancelando, siempre te devolverán la pasta.
Si compras ahora entradas para las giras que se están reprogramando para otoño, ayudarás mucho a las bandas.
«Ya, a saber donde estaremos de aquí 6 meses«, «Como para ir comprando entradas a tantos meses vista» … de acuerdo, pero hoy en día, con la existencia de foros online y similares, es muy fácil revender una entrada que no podrás usar.
2. Compra merchandise en las tiendas online de las bandas
Comprar en la tienda online de las bandas es una buena forma de ayudar a las que se han visto obligadas a suspender sus giras.
Si puede ser, no compres en Amazon o similares -aunque sean más baratas, lo sé-. Si compras directamente en la web de una banda, hay menos intermediarios y ésta recibirá más pasta. El margen es mucho mayor.
Además, suelen tener material que no encontrarás en otra parte (artículos firmados, pack atractivos de disco + camiseta, etc.) .
3. Haz pre-orders
Si una de tus bandas favoritas va a sacar disco en breve, comprueba si puedes realizar una pre-order (una reserva).
Si compras por adelantado, la banda empieza a recibir pasta. Además, mandas un mensaje a distribuidores: éste disco está generando expectativa y se va a VENDER.
Un pre-order potente puede llevar a un álbum a salir en charts de tiendas online, lo que le dará una publicidad extra muy valiosa.
4. Si la banda tiene Bandcamp, compra su música allí
Bandcamp es una plataforma muy importante para bandas pequeñas y/o noveles por qué les permite, sin demasiadas complicaciones, vender directamente descargas digitales y merchandise directamente a sus fans.
Complementariamente, permite activar un servicio de suscripción -mensual o anual- con el que la banda puede darte acceso a material exclusivo como grabaciones en directo, demos, entrevistas, meet & greet y demás.
De esta manera, sabrán con que presupuesto fijo pueden contar para cocaína y mujeres … digo, para gastos de local de ensayo y promoción.
5. Si han puesto en marcha una campaña de mecenazgo, apóyala
La caída de PledgeMusic -yo me pillé los dedos con una Antología de Tom Petty que nunca llegó- a principios de 2019 tuvo efectos catastróficos: muchas bandas vieron cancelados sus proyectos y otras directamente se arruinaron. Ahí se vio lo importante que es el mecenazgo para las formaciones pequeñas.
Afortunadamente, quedan otras muchas platarformas -Patreon, Kickstarter, Indiegogo, ArtistShare, etc.- donde puedes un voto de confianza a los artistas que no cuentan con el respaldo de una discográfica potente.
En determinadas ocasiones he visto a artistas muy consolidados -y a priori con cuentas bancarias muy saneadas- poner en marcha campañas de mecenazgo, lo que me ha parecido un ejercicio de caradurismo importante. Pero ese es otro tema.
6. Conviertete en un activista
Si conocéis a músicos, seguro que os han contado batallitas sobre estafas e injusticias sufridas. Las putadas son el pan de cada día.
Sin embargo, dando tu apoyo a iniciativas rollo Change.org puedes ayudar a cambiar las cosas. Tus firmas no siempre caen en saco roto. Unos ejemplos:
Sofar Sounds es una plataforma que permite a las bandas tocar en tu casa. Pagas una pasta y la tu grupo favorito toca en tu salón. El problema es que, de tu dinero, las bandas recibían una mierda. Tras una campaña potente de quejas y la pertinente multa del departamento de Trabajo de New York, la remuneración de los artistas mejoró notablemente.
Y una entidad como Music Venue Trust ha logrado que los llamados «grassroots venues» británicos -los garitos donde tocan las bandas emergentes- sobrevivan gracias al pressing que ejercieron como lobby. Los políticos de aquí deberían tomar nota.
7. Usa el streaming como un paso previo a la compra
La industria discográfica se ha recuperado parcialmente después de década y media de declive, y el streaming es el principal culpable de esta resurreción.
Sin embargo, esta bonanza no alcanza al pez pequeño.
Las políticas de remuneración de Spotify y Apple Music benefician a los artistas que logran cientos de millones de reproducciones, pero no a la banda que promedia 40.000.
Usa el streaming como un aperitivo. Ves picoteando y cuando encuentres un disco que realmente te mola, cómpralo (en la web de la banda o en Bandcamp, recuerda!).
8. Subscrite a newsletters y a canales de Youtube
Aunque te parezca una tontería, subscribirte a una newsletter o lista de correo de una banda es una de las acciones más utiles que puedes hacer si no estás dispuesto a rascarte el bolsillo. Esto vale para las bandas y para Sammy Plays Dirty.
Aparecer en las búsquedas orgánicas de Facebook, Instagram o Twitter es una quimera. Y en el fondo, esas plataformas suponen una barrera entre banda y fans.
Una lista de subscriptores pertenece a la banda y a nadie más, lo que les permite una comunicación directa y gratuita con los seguidores.
Seguir los perfiles oficiales de Spotify y Apple Music (¿alguien en este país usa Apple Music?) y subscribirse a su canal de Youtube permite saber a las plataformas que esas bandas tienen fans y que estos son especialmente activos.
Eso manda un mensaje positivo a los dioses del algoritmo, los que deciden que artistas son dignos de recomendación.
Además, es la manera de estar al tanto de las nuevos lanzamientos de tus ídolos.
9. Recomienda a tus colegas
Es una de las cosas que mola de ser fan. Tratar de convencer a los demás de que la banda que acabas de descubrir es la bomba.
Hablar de ese grupo en las redes, en los comentarios de los posts de Sammy Plays Dirty, reenviar sus clips por Whatsapp, anunciar su nueva gira … todo cuenta.
Las recomendaciones personales de un conocido tienen mayor impacto que no un simple anuncio que siempre intentará venderte la moto. El boca oreja de toda la vida siempre ha movido montañas.
Ahora tienes un altavoz en Internet. Conviértete en el arma secreta de tu nueva banda favorita.